martes, 16 de noviembre de 2010

martes, 28 de septiembre de 2010

EL RINCÓN LITERARIO

Sólo importa el aguante eterno

Sólo importa el aguante eterno.
Esquivando bombas, soportando vientos,
que el granizo no me ague la fiesta,
hoy sobra matraca, hoy festejo.

Si le sobra coraje, mi amigo,
tómese un buen trago de tiempo.
Sabrá que sólo importa el aguante eterno, viejo!
sea paciente, cuide su momento.

Si los goles no llegan, usted ya sabe:
Sólo importa el aguante eterno.
En el paravalanchas o en el campo inquieto,
meta faca mata violento.

Sólo importa el aguante eterno, amigo,
huevo en mano, banderas ardiendo.
El aliento no tiene precio,
en una cancha, en una fonda o en un bar muerto.

Sólo importa el aguante eterno,
sólo importa, claro, el aguante eterno.


lunes, 27 de septiembre de 2010

EL ROMANCE DEL ENAMORADO Y LA MUERTE

"Lo más probable es que deje de jugar al fútbol. Pero no es bueno hablar sobre suposiciones, hoy les digo esto y quizás en el ´92 tome una determinación totalmente distinta. Eso sí, no tengo ni idea sobre qué haré una vez que cuelgue los botines. No puedo ser técnico porque de fútbol no sé nada, y mucho menos empresario, porque para mí, uno más uno es tres... (risas)". Claudio "Bichi" Borghi dixit, Revista Superfútbol, abril de 1987.

No sabía. Él, que a "la rabona" la hizo trademark personal. No, apenas sacó campeón a los comunistas de La Paternal. La panza mágica de fútbol llamada Claudio "Bichi" Borghi juega a ser Diego Armando en esta nueva era; se contradice y, rebelándose contra aquél sino juvenil, le gana la pulseada a varios. Cierra ortos, en la jerga popular.

Septiembre 2010: El enamorado coquetea con la muerte. Boquita, el Xeneize, cultiva once porotos en ocho presentaciones. Once gritos a favor, once a llorar. El romance ya no es tal, con o sin Román -que no es ningún Romeo en esta historia, donde sobran Julietas-. Es un "vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa, y pega la vuelta" a punto de estallar. Es que está gordito, es que las rabonas las tiraba en Argentinos y no en el Milan...

No le pidan más: sacó campeón a Germán Basualdo.

A Borghi le debe estar pasando lo mismo que a Juan Ángel Neira con la pelota. Juancito, para los que no lo tienen bien fichado, es quien ostenta la gloriosa 10 de Gimnasia y Esgrima La Plata. Casaca que supieron lucir el histórico "Charly" Carrió o, más cerca en el tiempo, "Marianito" Messera.

Uff, hace rato que los triperos no sabemos de la palabra enganche. Hace rato que no se vive un dieci como la gente en el Juan Carmelo Zerillo. Y parece que Juan quiere, pero no puede. Que le faltan -oh paradoja del destino!- DIEZ para el peso. Que la miseria del fútbol argentino lo contagió y se vuelve más frágil en cada amague, en cada gambeta.

"Estoy tratando de acomodarme al puesto de enganche, me siento muy cómodo, por lo que estoy tratando de dar lo mejor para el equipo". Juan Ángel Neira dixit, Diario El Día, septiembre de 2010.
Voy con el fraseo de tablón puro, de madera o de cemento: el viernes pasado NO TOCÓ UNA contra Independiente. Se perdió, se mareó, lo que sea. Insisto, NO TOCÓ UNA -con todo lo que ello significa, siendo 10, siendo el enganche del equipo-.

Es un mágico, sí. Pero el romance que quiso comenzar, nunca arrancó del todo bien. Neira baila con la muerte peloteril en cada jugada que termina mal. Los besos, para otro momento. El castigo baja desde las tribunas y el técnico se hace eco:

En el único clásico que jugó, se fue expulsado. En el que debía ser titular, comerá banco -rico, para algunos que no justifican su sueldo; con gusto a mierda, para otros que aspiran a más-. Ojalá reaccione, por el bien del balompié.

Para ambos, para los dos enamorados que se animan al romance con la muerte, un clásico de todos los tiempos, transcripto en estas últimas líneas.

Parece que no serás mía - Perdedores Pop

Parece que no serás mía,
no puedo estar así todo el día.
A todos estás mintiendo,
fingiendo, engañando e hiriendo.

Traté todo lo que pude,
de hacer de tu vida una nube,
y todo lo que vos hacés
es para lastimarme a mí.

Parece que no serás mía,
parece que no serás mía.

Es que no podés ver todo el mal que hacés.
Creés que todo el mundo ahora está a tus pies.
Yo trabajé, me esforcé ¿para qué?
Fue todo para estar con vos.

Te veo todos los días,
no hay nada que te venga bien.
Estás todo el día nerviosa,
Herís sin mirar a quién.

Parece que no serás mía,
parece que no serás mía.

Parece que no serás mía,
parece que no serás mía.

Es que no podés ver todo el mal que hacés.
Creés que todo el mundo ahora está a tus pies.
Yo trabajé, me esforcé ¿para qué?
Fue todo para darte amor.


domingo, 12 de septiembre de 2010

Scorpion wins

Entre copas

Es normal que la música siempre se caracterice por revivir el pasado más penoso en sus letras. El desamor, la desesperanza, el desapego a las instituciones (?) y varias cosas más se hacen presente. Desde Andrés Calamaro -“…con empanadas y vino”- hasta Los Piojos -“…qué habrá sido el destino, ese vaso de vino”-, la fórmula del beodo-cantor está largamente comprobada. Y claro, el poder etílico se convierte en el aliado perfecto para justificar que todo (absolutamente todo) se vaya a la recalcadísima de su madre.

Veamos dos casos de los más divertidos, en donde el alcohol es como el perro o Woody, el cowboy de Toy Story: un amigo fiel que no nos deja ni en las buenas ni en las malas, cual hinchada Rexona que jamás abandona.



En este primer ejemplo, uno de tantos campeones de la lírica ibérica se lamenta, pero también se pone de pie con elegancia. Dyango sabe resolver problemas a su manera, copa en mano, al calor de una chimenea y un puño apretado en señal de venganza (?).

Hay golpe bajo: “Ella me ha dejado cuando la quería más/se fue como el viento de la sierra/y esta es mi primera nochebuena en soledad”. Pero también un renacimiento, como el ave fénix: “Esta noche quiero Brandy para entrar en calor/que el invierno está arreciando y me muero sin su amor”. Más claro, échale whisky.

Vamos a otro caso más:



El “Fortinero” José Vélez se atreve a cruzar toda frontera y a cantarle al vino griego. Dice: “Ven a brindar/con vino griego/ de mi tierra natal/ el vino rojo que me hará recordar/un pueblo blanco que dejé detrás del mar”. Acá no hay crisis del corazón, pero si pena por haber dejado atrás ese pueblo prístino al que nuestro cantor hace humilde referencia.

Así las cosas, volvemos a nuestros pagos y al derroche de pasión (?) con los Peligrosos Gorriones y su declaración final, un tanto sandresca en “Por tres monedas”.



“En esta noche/por tres monedas/vendo mi amor/Ya no me importa/lo que me indique/el corazón (…) Como me han maltratado/yo creo que es más fácil/beber para olvidar”. Sencilla y eficaz la letra del grupo platense, que va a lo clásico y se aparta un poco de las rimas sin un sentido específico, aunque olvidan especificar qué hay que beber…

En fin, este breve corolario resume lo que puede llegar a hacer una puñalada mal intencionada en el corazón de un tipo que sabe de copas. La pregunta queda en qué sería capaz de cantar un catador o un sommelier en un caso similar.

De yapa, otro más que se anima a la sangre de los dioses (?)


miércoles, 18 de agosto de 2010

DUB PARA LAS MASAS

Como también aparece en nuestro blog/media naranja Escuchando Discos, vamos con un set de dub y otras joyas musicales de dos horitas. A disfrutar y callarse la boca.

Playdub by Augustodallac on Mixcloud